Muchos hablan de la personificación de los participantes en los realitys refiriéndose básicamente a los famosos por ser muchos de ellos actores pero en la realidad los participantes comunes y corrientes también lo hacen.
Por ejemplo en Gran Hermano hay un lugar llamado el confesionario, donde se toma un primerísimo plano de los participantes donde ellos podrán revelar su mayor intimidad. El problema es que este lugar esta sometido al escrutinio de millones de televidentes que van a contemplar como cada participante va a narrar lo mas oscuro de su alma. En este caso, Lorena participante de Gran Hermano Argentina (telefe) va al confesionario y narra su experiencia de violación. Tan conmovedor fue el relato de Lorena en el confesionario que fue considera un plan para manipular a la opinión publica y que sirvió para no ser eliminada esa semana como asegura Fernando Andacht en su libro El reality Show.
